domingo, 22 de noviembre de 2009

Aspectos turísticos

Ven. Terminemos
lo empezado.
Desatemos los hilos
de paz y gloria,
dejemos nuestra ropa
tirada en el suelo
con estrategia y sin decoro.

Pasemos a estudiar
el lenguaje de los pezones,
punta del iceberg del alma,
entrada de emergencia
al corazón de la noche.

Finalmente,
descubramos la verdad:
un muro de roca y besos
que nos separa,
la tibia película de silencio
que adorna la noche tras el sexo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Domingo


Madrid se despierta antes que nadie,
en las calles huele a agua,
y logro divisar (a través de la ventana)
como se desperezan los grandes edificios
delante de un sol adolescente.

Todavía caen algunas gotas,
la nevera está medio abierta
y no se oye más que el eco de alguna sirena.
(Esta noche los relámpagos de mi columna vertebral
se quedaban en el hueco que hay entre mi cuerpo y la pared).

No hay ni cereales ni pretensiones,
poca leche, ningún objetivo,
no hay planes, no quedan yogures,
me esperan las horas y el polvo:
no tengo mañana y el ayer era de hastío.

Ha parado de llover,
minutos interminables entre las nubes,
decido recoger las sobras del sábado borracho:
dos vasos, un pañuelo, una botella medio vacía.

La soledad era esto.